Si hay algo con lo que cuenta Ibiza es con una nutrida oferta de ocio, por lo que decidir cuáles son las actividades más divertidas para llevar a cabo es una tarea complicada. Sabemos que no están todas las que son, pero os aseguramos que las que hemos seleccionado te harán pasar un rato increíble.
Motos de agua
Las motos de agua son salvajes, atrevidas y destilan adrenalina por los cuatro costados. Y no importa si no tienes una licencia para conducirlas porque si contratar una excursión con guía podrás llevar la moto de agua solo con escuchar las instrucciones previas y cumplir con las medidas de seguridad. Una sensación que te va a seducir y que además puedes disfrutar con todos tus amigos para hacerlos fotos y vídeos de recuerdo con los mejores momento.
Fiestas en discotecas
Las fiestas en Ibiza son tan famosas a nivel mundial que son muchas las personas que se acercan solo con la idea de acudir a algunas de las más conocidas. Entre ellas destacan algunas fiestas que protagonizan los DJ más famosos y que tienen lugar en las discotecas más emblemáticas de la isla. No te puedes perder al menos una de ellas incluso si la vida nocturna no es lo tuyo porque tienen algo especial y diferente a las fiestas de cualquier otro lugar.
Mercadillos hippies
Dicen que ya no son lo que eran, que han perdido encanto y que no tienen la autenticidad de antes, pero un paseo por los mercadillos hippies más famosos de Ibiza siempre es agradable y ofrece la posibilidad de comprar algunas cosas de artesanía que son muy interesantes y que no se encuentran en otros lugares, por lo que son perfectas para llevarse como recuerdo de las vacaciones en la isla. Intenta alejarte de los más concurridos para conseguir precios más bajos.
Un día en barco
El mar es uno de los protagonistas de Ibiza y pasar un día en barco te hará disfrutar al máximo del Mediterráneo. Podrás acudir a alguna cala de difícil acceso, disfrutar alquilando un seabob para volar sobre las olas como si fueras un delfín o tomar una copa en cubierta mientras contemplas la isla desde la perspectiva contraria a la que la ves habitualmente. Un pequeño lujo que vale la pena permitirse por todo lo que ofrece, especialmente si se alquila con amigos.